viernes, 11 de noviembre de 2011

TEMA LIBRE: PROBLEMAS DE LA JUVENTUD...

LA JUVENTUD Y SUS PROBLEMAS
¡Qué hermosa es esa primavera de la vida! Los días de la juventud. Un tiempo de aprendizaje acelerado, de ilusiones y desilusiones, de éxitos y fracasos. Es la etapa de las mayores decisiones de su existencia.Pero el joven de nuestros días, más que nunca, se enfrenta a duros problemas que llegan a sacudir los fundamentos éticos, morales, sociales y religiosos heredados y hasta su propia personalidad.


 



PERSONALIDAD Y CARÁCTER
¿Cómo vencer nuestros complejos?
¿Te molesta demasiado lo que otros piensan de ti? ¿Criticas a menudo tus características personales o las de los demás? ¿Sufres, también, falta de confianza personal, de debida concentración, retraimiento, o timidez?
¿Tienes conflictos con los que te rodean?
Seguramente también tú deseas triunfar en la vida, desarrollando una personalidad sólida y enriquecida. Sería bueno que forjes tu propia escala de valores. Tal vez tengas problemas para hacerte de amigos, problemas con tus padres o con el ambiente en que te mueves. ¿Quién es el culpable?La causa no está en ellos, sino probablemente en "ti mismo". Lo que piensas de ti mismo, y la actitud que asumes, es la imagen que reflejas frente a los demás. Esto tiene que ver directamente con la capacidad de hacerte de amigos, con tus problemas o el ambiente en que te mueves. Incluso tiene que ver con tu vida espiritual, tu actitud frente a Dios y tu tranquilidad y paz interior. Cada persona debe decidir si va a llevarse de las actitudes, formas de vestir y proceder de los padrones sociales y culturales que otros tienen, de la forma de pensar de sus amistades, de sus metas y objetivos, o si se llevará de lo que Dios piensa y desea.
El complejo de superioridad es uno de ellos. La persona posee una tentativa exagerada de aceptación o bien puede llegar a la sofisticación en la forma de escoger sus amistades. Mayormente no somos conscientes de nuestros complejos. Buscamos razones, nos preguntamos por qué otros no nos aceptan como sinceramente lo deseamos. Los culpamos de diversas cosas y nos tornamos críticos y cínicos. En cierto grado, el complejo de superioridad es el tener una opinión demasiado elevada de uno mismo. La persona desprecia la actitud de los demás para con él, escogiendo aquellas amistades sobre las cuales el puede sobresalir.
El complejo de inferioridad es otro problema. Cuando hay timidez excesiva, falta de autoconfianza o retraimiento, cuando alguien nos rechaza por nuestra timidez, se confirma en la mente la idea que somos inferiores. Cuando nos comparamos siempre con los demás y damos más valor a lo que otros opinan de nosotros, vamos desarrollando un sentimiento de inferioridad. Con el tiempo puede llegar a dañar nuestra personalidad, sintiéndonos inferiores y a preocuparnos demasiado en nuestras deficiencias. Como resultado evitamos el roce con otras personas a fin de no atraer la atención hacia nuestros defectos.


DROGAS: ¿PARAÍSO O INFIERNO?
Millones de personas usan drogas en nuestros días. ¿Se hallan satisfechos? Buscan un paraíso, pero se encuentran con un infierno.Al principio, la persona es asaltada por una oleada de colores y sonidos, en eso que llaman "viaje", pero pasado ese efecto suele entrar en una profunda depresión con sensación de debilidad.La alucinación puede llegar a ser tal, que una mancha en la pared puede verse como si fuese un monstruo. Cuentan que una muchacha que había masticado un chicle con LSD, quedó poseída de tales ataques de furia, que lanzaba los objetos de un lado a otro con ímpetu salvaje. Al fin, tomó la jaula del loro, la estrelló contra la pared, sacó el animal de la jaula y lo comenzó a comer. Murió ahogada por las plumas. Otro, salió desnudo a dirigir el tránsito. Muchos inclusive matan, porque ven en sus amigos, sus peores enemigos.
¿Por qué se han difundido tanto las drogas? ¿Cuál es la razón? ¿Qué es lo que lleva a la juventud a buscar un camino tan tortuoso que tanto daña la personalidad, la salud, y felicidad? Hay muchos que piensan que para erradicar las drogas, basta combatir los narcotraficantes. Proponen toda clase de medidas, haciendo gran despliegue de fuerzas militares, y estrictos controles, sin embargo no se atacan las causas. Si no hubiese consumidores, no habría traficantes y el negocio se derrumbaría fácilmente.
Queridos jóvenes: Evitemos aquellas cosas que pueden turbarnos tanto y dañar completamente nuestra vida. Las consecuencias de la droga son terribles. Esta esclavitud no mata solamente a quienes la consumen, sino también a quienes rodean a esa persona.
¿TIENES PROBLEMAS CON TUS PADRES?
Muchos jóvenes viven bajo tensiones en su hogar. Las exigencias de la vida moderna y el diario afán nos absorben tanto que muchos padres ya no tienen tiempo para dialogar con sus hijos. La deficiente comunicación deteriora las relaciones familiares, carcome nuestra felicidad y produce tensiones. Hay padres que tienen una preocupación casi traumática porque sus hijos no los comprenden, o desean irse de casa, y existen frecuentes discusiones y problemas en el hogar. El hijo piensa: ¡Mi padre no me comprende para nada! ¡Es un anticuado!
Padres: ¡Dediquen tiempo a sus hijos! Ellos los necesitan hoy.
Hijos: ¡Dialoguen con sus padres! y consideren que con el tiempo cambiarán los puntos de vista de ustedes
Se ha estudiado la reacción natural de cada edad:
  • Entre los 4 y 6 años, el hijo dice de su padre: papá es un sabio,
    ¡sabe todo lo que le pregunto!
  • Entre los 7 y 10 años de edad dice: papá lo sabe todo y, ¡qué fuerza que tiene!
  • Entre los 10 y 14 años piensa: ¡Hum! Me parece que papá se equivoca en algunas cosas.
  • Entre los 14 y 18, dice: ¿Papá? ¡Es un hombre chapado a la antigua!
  • Entre los 18 y 25 piensa: ¡Pobre viejo, está completamente pasado de moda!
  • A los 30 años de edad dice: ¡Qué problema! ¡Tal vez deba consultar a papá! y...
  • A los 40 años lamenta: Mi padre fue un sabio, lástima que no supe aprovecharlo.
A lo mejor hay una cierta rebelión disfrazada dentro de ti, contra tus padres, pero: ¿Estás seguro que ellos son los causantes? ¿No será que sufres algún complejo, ya sea por una cicatriz en tu rostro, el color de tus ojos, la forma de tu boca o de tu nariz, e inconscientemente culpas a tus padres o a Dios que te hizo así? Tal vez puedas sentirte infeliz por tus errores pasados, o tengas cierta tendencia a querer saberlo todo. ¿Cuál es la verdad?.




TEMA LIBRE: EL FUTURO DE LOS JOVENES...

La crisis lastra el futuro económico y el bienestar de los adolescentes

Los hijos dejan de ser niños mimados y tienen que espabilar para enfrentarse a un futuro menos cómodo que el de sus padres. Además, la sociedad espera de ellos que refloten el país.
                                         
Los padres de antes soñaban para sus hijos con un futuro mejor al que tuvieron ellos. Los padres de ahora desean que sus retoños mantengan, al menos, el nivel de bienestar que les ha acompañado desde su nacimiento.
Pero la crisis económica se ha encargado de desbaratar los planes, hasta el punto de que el 60% de los padres con hijos adolescentes cree que el futuro de éstos será peor y el 53% piensa que la protección social caerá, una percepción que se justifica porque el 80% de la población considera que la situación económica de España es mala o muy mala, según el estudio Bienestar en España. Ideas de futuro desde el discurso de padres y madres, realizado por la Fundación Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y Obra Social Caja Madrid.
Además, los adultos consideran que deben ser los jóvenes los que refloten el país, aunque tienen pocas esperanzas en que lo logren, ya que “les ven anestesiados y sin capacidad para tomar las riendas”. ¿Cuál es la salida? “Que espabilen, que reaccionen y busquen alternativas”, apuntó ayer Eusebio Mejías, director técnico de la FAD durante la presentación del informe.
El documento se ha elaborado a partir de encuestas realizadas por el CIS en diferentes momentos de la crisis económica, que van desde marzo de 2007 hasta junio de 2010. “Hay dos periodos muy claros: hasta mayo de 2010, y después de esta fecha. En el primero, la gente decía que la situación era mala, ponía en cuestión el modelo y defendía la necesidad de acometer cambios.
Pero en realidad, la crisis era teórica, ya que muchos pensaban que afectaba a otros y en el fondo confiaban en que cuando pasase un tiempo las cosas volverían a ser como antes”, explicó Mejías. “Pero cuando el presidente del Gobierno anunció en mayo de 2010 el paquete de medidas de contención del gasto público, la gente se dio cuenta de que la coyuntura afecta a todos los ciudadanos, independientemente de su nivel socioeconómico”.